Marta Villamayor

1966-Madrid
Seguir hacia adelante es mi camino
mirar hacia atrás sólo para aprender.
Esa ruta de vida me ha llevado a hacer muchas cosas,
diseñar moda, gestionar una empresa familiar, me manché de grasa en un taller mecánico, pero también soy madre, estuve en contacto con la lencería, vendí seguros y trabajé como expendedora y cajera; a golpe de gubia aprendí a tallar y con cariño y amor a recuperar mobiliario antiguo.
Lo pequeño, lo diminuto me fascina, entretenerme entre vetas de madera, disfrutar de su olor y transmitir la calidez de ese material lleno de vida es ahora mi pasión y mi trabajo.
Intentaré que llegue a así con cariño y calidez.
Me encantará recibirte en este mi escaparate y que me acompañes en este camino.

martes, 4 de agosto de 2020

Agosto de 2020
la ensalada cominera


 Siempre despacio, sin prisa pero sin pausa, admirando cada trozo único del árbol, 
los colores de las vetas y de la vida del árbol.

Para conseguir que tengas una pieza especial y única, utilitaria o decorativa, con un acabado natural y alimentario, y con un tacto que te dejará empapad@ de vida.
No siempre se puede repetir una pieza, muchas veces el trozo de madera rescatado solo te deja crear uno o dos, dependiendo de los tamaños pensados y siempre te amolda al retal de madera, por eso hay muchas piezas que tienen esa forma irreal pero que se acopla a tu forma de agarrar.


Como este cacharro de abedul.👆

Otras veces hacer piezas iguales💣,
 no hay nada más difícil e imposible para mí, trabajar con herramientas manuales hace que cada pieza tenga un tiempo largo de talla, desde el corte al vaciado
y al acabado, lo que hace que tus manos apliquen más o menos fuerza,
 que la madera tenga partes más blandas o duras, 
o que a veces quiebre y te haga perfilar de otra forma, 
ésto hace que al final quede una pieza especial y única.


En estas dos fotos un encargo muy especial,
un cacharro de madera de fresno llamado Hortera para hacer la ensalada cominera, típica de la zona de Toledo y La Mancha,
estaba sin cuencos individuales, así que estoy tallándolos; 
como véis, la madera de  fresno del cacharro original ha dorado, tendrá 40 años,hecha por el tornero del pueblo, se ven los golpes que deja la gubia en el torno, el fresno es duro y a veces se resiste y salta y frena la herramienta, y los cuencos que estoy realizando mucho más blancos, en cuanto se comienzen a usar y con un poco de tiempo doraran también y se impregnará de la vida de su dueña y sus hijos , bueno y también de la ensalada cominera.


Todo esto era para contarte que me gusta mi trabajo y me gusta que estés ahí viendo y leyendo 😊,
y si os apetece todos los viernes y sábados del mes de Agosto estaré de 20,30 a 24 horas en La Plaza de La Constitución de mi pueblo, Valdemorillo, o cuando tu quieras en la WEB, si estás cerca puedes venir al taller.


En Valdemorillo con el fresco de la tarde noche.



2 comentarios:

  1. Me encantan!! Son tan bonitos que no me atrevería a llenarlos... pero impregnaros de vida seguramente les aportará más encanto.

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  2. Que razón tienes Dani, compartiendo unos garbancitos,una ensalada fresca,se llenan de vida siempre en compañia.
    Un saludo

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